Por aquel entonces, la Escuela era un hervidero de gente variopinta de diferentes edades, gustos y colores. Fue allí donde conocí al insigne Jesús Salmerón. Recuerdo que estaba ensimismado pintando un bajorrelieve en barro que había realizado a partir de un famoso cuadro de Edvard Munch.
El impacto fue inmediato. Al poco tiempo ya estábamos confabulando proyectos...¿Y si hacemos un fanzine?
Para no realizarlo enteramente nosotros dos, reclutamos a un puñado de dibujantes que pululaban por los pasillos de la Escuela y en breve sacamos a la luz el primer y único #1, que distribuímos religiosa y fervorosamente por las escasas tiendas de cómic de aquel entonces y, como perturbados por maquiavélicas cábalas de la fortuna, también en algún que otro periférico bazar y Todo a 100 (¿!) al módico precio de 125 Ptas.
Sobra decir tiene que las ventas fueron paupérrimas.
También sobre decir que volveríamos a repetirlo.
2 comentarios:
Haaay, que tiempos aquellos, en los que yo todavia pelos y tu las paletas negras... Pero si no me equivoco, kanishka fue antes que el fanzine, que fue el apoteosis de aquel memorable ano de chalaura en el puto agujero marginal... Venga, a ver si sacamos el numero 147 de una vez, que tengo mucho tiempo libre. Bueno, Besitos de Jesusito desde la soleada Deutschland.
jajajaj...Su prosa como siempre envidiable, Sir Barrous. Felicidades again por esa nena...pues ya sabe, proponga usted algo y de paso métase a internete que fijo que en esa Alemania transigente le pagan hasta las cuotas...Y dejemos atrás las nostalgias que eso es cosa de abueletes.
Un abrazo de rigor para usted.
Besos a Nicola Mummy.
P.d.: El Tiempo Libre nos mata lentamente...ahora más que nunca necesita usted venderse, enséñeles sus monigotes 3D a los tiroleses, copón.
Publicar un comentario